Por Gonzalo Zarauza
¡Qué maravilla estar presente en el blog de Montibello y tener la oportunidad de dirigirme a tantos compañer@s de profesión! Entre todos, formamos la gran familia de #Montibellovers.
Este es un buen momento para reencontrarme con vosotros, después de más de cincuenta días de confinamiento en los que, como en la vida misma, hemos pasado por situaciones de todo tipo: buenas, regulares y malas. Lo cierto es que estoy muy contento y agradecido con muchos compañeros por los ratos de entretenimiento y formación que hemos tenido durante este tiempo. Se ha hecho patente que somos un colectivo inquieto, generoso y responsable. De forma especial, quiero agradecer a quien corresponda en las altas esferas de Montibello por la ayuda que hemos recibido, por hacernos sentir que somos personas y no números en una cuenta. Gracias por los aplazamientos en los pagos, por la fantástica formación con los educadores de la marca —Yolanda, Alejandro, Mía, Jorge, Gemma, Julio y la maravillosa Anna Barroca, autora de la colección Sunlit Bands—, y sobre todo por la comunicación constante que, para mí —y estoy convencido que para muchísimos colegas más—, ha supuesto un aliento y un respaldo en estos casi dos meses de inactividad profesional.
¿Y ahora qué? Pues ahora como siempre, como lo venimos haciendo toda la vida, debemos volver a la lucha diaria, al esfuerzo constante por sacar adelante nuestros negocios, nuestros puestos de trabajo, nuestro futuro. No voy a hablaros de normativas, ni de medidas higiénico-sanitarias, porque para eso ya tenemos una completísima guía colgada en este blog. Tampoco de la oportunidad que tenemos para demostrar a la clientela nuestro nivel profesional, teniendo que arreglar colores mal realizados en el hogar y cortes desastrosos. Nunca antes ha quedado tan patente que, lograr nuestros conocimientos y habilidades, no es tarea fácil. Y, por supuesto, lo que queda demostrado es que nuestra profesión es percibida por sociedad como esencial.
Yo lo que haría, además de todo lo anterior, es lo siguiente:
Un fuerte abrazo, aunque de momento sea virtual.
Suerte en la "nueva normalidad" y cuidaros mucho.