A lo largo del día, en nuestra piel se van depositando microorganismos que pueden llegar a perjudicar seriamente su salud. Del mismo modo que cuidamos nuestra alimentación, moderamos el consumo de alcohol o realizamos ejercicio físico, para proteger nuestros órganos vitales, debemos tener presente que la piel es un órgano más, y por ser externo y hacer de barrera protectora de todo nuestro organismo, está expuesto a bacterias y otras impurezas, que hacen necesario que llevemos a cabo una rutina diaria de limpieza e hidratación de la misma, para poder así conservarla suave y saludable.
Del mismo modo, al igual que acudimos al médico o al dentista no solo para tratar problemas de salud sino de manera preventiva (analíticas de control, etc) deberíamos proceder igual en el caso de nuestra piel. Ponernos en manos de profesionales experimentados para mantenerla siempre limpia, cuidada y luminosa. Porque un estilo de vida saludable global es prevención, y la prevención es la mejor de las medicinas.
¡Feliz Día Mundial de la Salud a tod@s!
Dra. Natalia Ribé